La descentralización consiste en reemplazar el sistema centralizado de calefacción, comúnmente gestionado por una única caldera para todo el edificio, por sistemas individuales para cada vivienda. En lugar de depender de una única fuente de calor, cada piso tiene su propia caldera o sistema de calefacción y termostato.
¿En qué consiste la descentralización?
Un sistema centralizado implica que una única caldera proporciona calefacción y agua caliente sanitaria a todo el edificio. La energía producida para la calefacción se distribuye a cada vivienda a través de un sistema de tuberías en columnas o anillo. Este modelo suele implicar una gestión y reparto de costes centralizado, donde todos los vecinos pagan de manera proporcional, a menudo en función de los metros cuadrados de su vivienda. Pero esto supone varios problemas:
- Según alturas, orientaciones o aislamiento térmico , unos requieren más o menos calefacción.
- Cada vecino tiene necesidades diferentes de temperatura según su tolerancia al frio o calor y sus hábitos de vida.
- Cada uno prefiere pagar únicamente por lo que consume.
La descentralización implica que cada vecino dispone de su propio sistema de calefacción. Esto puede realizarse principalmente mediante la instalación de calderas de gas individuales, u otros sistemas como bombas de calor o sistemas de aerotermia si técnicamente fuera posible.
Con la descentralización cada unidad familiar se convierte en la única responsable de gestionar y regular su consumo energético.
Ventajas de la descentralización de la caldera
- Control individual del consumo: una de las mayores ventajas de la descentralización es que cada vecino tiene total control sobre cuándo y cómo utiliza la calefacción, pudiendo ajustarla a sus necesidades personales. Ya no es necesario ceñirse a un horario común o a temperaturas definidas de manera centralizada, lo que genera un mayor confort y flexibilidad.
- Ahorro energético: al tener sistemas individuales, los usuarios tienden a optimizar mejor el uso de energía, ya que pueden reducir el consumo en momentos en los que no están en casa o calentar solo las estancias que realmente necesiten. Además, los sistemas modernos como las calderas de condensación o las bombas de calor son altamente eficientes, lo que reduce el gasto en energía.
- Transparencia en los costes: en un sistema descentralizado, cada vecino es responsable únicamente de su consumo, lo que elimina los conflictos o incomodidades derivados de compartir costes en un sistema centralizado, donde a veces algunos vecinos pueden sentir que pagan más de lo que deberían. Esto fomenta una mayor justicia en el reparto de los gastos.
- Independencia técnica y de mantenimiento: en un sistema centralizado, si la caldera presenta averías, todo el edificio se ve afectado. Con la descentralización, si un sistema falla, solo afecta a la vivienda en cuestión. Esto también facilita la gestión del mantenimiento, ya que cada vecino puede planificar y gestionar el servicio técnico de su propio equipo sin depender de la administración de la comunidad.
- Facilidades para energías renovables: la descentralización permite a los vecinos incorporar sistemas de calefacción basados en energías más limpias y menos contaminantes. Como pueden ser las calderas de gas natural ya prepararas para un funcionamiento con hidrógeno y biometano, o renovables como la aerotermia, lo que puede reducir aún más el impacto medioambiental y los costes a largo plazo.
- Adaptación a normativas: en muchos casos, los sistemas centralizados antiguos no cumplen con las normativas de eficiencia energética o emisiones, mientras que los nuevos sistemas individuales ya están adaptados a las exigencias actuales, BOE el 6 de Agosto (R. D. 736/2020) lo que puede evitar posibles sanciones o futuras inversiones en la renovación de la caldera central.
Inversión recuperada a medio plazo
Y entre otras muchas ventajas:
- Evitarán tener que colocar los “Repartidores de Costes” en cada radiador (en columnas), o contador de energía (en anillo) para adaptarse a las nuevas normativas sobre el ahorro y eficiencia energética.
- Libre elección de horarios de encendido y apagado de su calefacción.
- Misma temperatura y confort de calefacción en las primeras plantas de pisos que en los últimos al tener su caldera y circuito tan cerca.
- Disfrutará de agua caliente ininterrumpida, generada por su propia caldera.
- Renovará su instalación de tuberías de calefacción si son en columnas, (las actuales suelen tener mas de 40 años ya expuestas a posibles reparaciones, derramas, pérdidas de rendimiento, etc…)
- Reducirá considerablemente su cuota de comunidad, ya que eliminan elementos comunes y sus mantenimientos.
- Eliminarán los posibles casos de morosidad en la comunidad, ya que cada vecino pagará su propio consumo.
La descentralización de la calefacción en edificios es la solución ideal en edificios antiguos o con sistemas centralizados obsoletos. Si bien supone una inversión inicial, los beneficios a nivel de control, eficiencia energética y reducción de costes a medio plazo hacen que sea una opción perfecta para los vecinos que desean optimizar su consumo y ganar en autonomía.
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